Sobre Carlos Valverde

Carlos Valverde Alcañiz

carlos valverde

No florecerán en tus ojos los almendros
son tan livianos, tan etéreos;
ni en tus labios se posarán
los ecos de la brisa.
Tú eres espejos
donde se plasma el universo,
donde espera el amanecer
y en tus miradas hay estrellas
que nos perdurarán siempre, siempre,
en tus manos se posa el futuro
todo el futuro.
¡Quien pudiera dejar hoy
enredado en telas, como tú,
toda la vida!
Todo el atardecer te espera
paseando impaciente
a que reflejes su luz.

Poema de Basilio Francisco Toledo
dedicado a Carlos Valverde
en Diciembre de 1985

 

El Arte debe sugerir lo más intenso y mágico de la realidad creativa: El Misterio, que palpita pletórico de vida en cada fragmento de la obra. Así es en la pintura de Carlos Valverde. Este artista abnegado y entregado de forma absoluta a la creación pictórica nos desvela a través de sus cuadros una visión mágica y épica de la cultura ancestral que dejó su huella sobre la piedra, el mármol y el oro. Columnas, templos, sarcófagos, cuerpos y entrañas que emergen como espíritus vivos en una armonía perpetúa de rememoración majestuosa e infinita. Luces de otro mundo inmaterial, cromatismos al límite, gritos de silencio eterno. Todo esto y hasta el paroxismo pictórico nos muestra Carlos Valverde, con una técnica esmerada y perfecta, la de un artista sólido y enorme, de sentimiento y oficio excepcionales

 Texto de presentación para el catálogo de la exposición en el Círculo de Arte de Toledo

José Morata moya
Licenciado en bellas artes por la Universidad Complutense de Madrid
Marzo de 2008

 Texto de Concha Márquez para el catalogo de la exposición en la galería Azteca, en Marzo de 2002

 Mágicas son las formas plásticas que Carlos Valverde Alcañiz plasma en su pintura.

Movimiento, volumen, tenue colorido y sugerentes recuerdos de otras épocas, hacen de su estilo algo único y atrayente.

Cambian modas y estilos en el arte a lo largo de los tiempos, pero no cambia, y es eterno, lo bueno, lo de altísima calidad, de fuerza expresiva y espiritual que atrae nuestra capacidad de atención.

Perspectivas arquitectónicas de seducción veneciana, cuerpos escorzados que rememoran a Miguel Ángel, arrebatados contraluces que suscriben al Caravaggio, intensidad dramática correspondida en el Greco, difusas reservas que nos acercan a Rubens.

Texto de Concha Márquez para el catalogo de la exposición en la galería Azteca, en Marzo de 2002.

 Texto de Javier Rubio Nomblot referente a la exposición en la galería Azteca , en Marzo de 2002

Carlos Valverde Alcañiz cultiva un realismo fantástico siempre sugerente, en el que conviven cuidadas anatomías que nos remiten al colosalismo renacentista, paisajes imaginarios con sabor a gótico (o a su evocación romántica): ruinas, islas, cordilleras soñadas y animales salvajes, palacios semiderruidos que se yerguen transparentes como espejismos, restos de bajeles y vehículos imposibles, rocas doradas y espejos en medio de la nada…  Carlos Valverde procede de un realismo mágico o poético y arriba a este universo imaginario a través del trabajo con la materia: parte de formas abstractas que poco a poco se consolidan y adquieren volumen, convirtiéndose en complejas estructuras. Esqueletos de madera o de piedra que pueden ser “Los restos del dragón” o “La agonía de la bestia”, retablos fantasmagóricos donde habitan cuerpos atados, escenarios para la leyenda y la aventura que el artista pinta primorosamente sobre tabla o metal.

 

Extracto de los comentarios de José Morata Moya en la  inauguración de la exposición en el Centro de Arte de Toledo en Marzo de 2008

 

Próxima al Cubismo, pero realizadas de una manera pocas veces utilizada a lo largo de la historia.

“Carlos Valverde interpreta y compone de manera rotunda, casi siempre de memoria y sin modelos, con un dibujo preciso y esmerado las formas que le conmueven, superponiendo columnas, arcos, capiteles, fachadas de templos, sarcófagos, esculturas en movimientos pletóricos, caballos …”

“Formas espirituales y fantasmagóricas que se metamorfosean en la materia de manera imprevista e inusitada, adquiriendo de este modo una plenitud Plástica, a través del relieve y una textura rica y muy cuidada que la hacen a veces suntuosa y bella y otras delicada y etérea, Así la luz mágica y de efectos infinitos, es como de otro mundo, un mundo imaginario y extraordinario que nos atrae y nos paraliza en una hipnosis ineludible, que nos introduce en la obra inundándonos de infinitos tonos y matices perfectamente orquestado y armonizados”.

“La obra de Carlos Valverde, es como un grito de sabiduría, de técnica, de armonía y de bien hacer, como el de los grandes maestros de la historia del Arte que tanto admira. En él, el vuelo de la mente, se hace realidad para trasladarnos a un mundo mágico y maravilloso, donde el tiempo no existe ni importa, cobrando relevancia la obra en todo su esplendor, que nos subyuga y envuelve amorosamente. El grito que desvela el silencio eterno, que se oculta en el arte del pasado, es también el grito del Artista, capaz de penetrar en ese misterio insondable y mostrarlo o sugerirlo en un Espacio Plástico, que en Carlos Valverde es de una rotundidad que muy pocas veces encontramos en nuestra existencia”.

 

Sobre Carlos Valverde, texto de Javier Moreno

 Diré que es muy ‘temoso’ y algo ermitaño.

 Llama la atención el amor y la dedicación sin límites a los animales, ya sea para darles tres veces de comer y beber a las bandadas de pájaros que por allí pasan, como para  rescatar ratones y liberarlos en guaridas estratégicas y seguras donde sus gatos no los alcancen, gatos que un día aparecieron y cada vez son más.

 Toda esta franciscana actitud choca con los micro-mundos que crea, fisuras del arrepentimiento, torsos incrustados en  paredes de piedra o infiernos tranquilos en perfecta armonía, lugares  de los que estoy seguro no llevaría a ninguno de los amigos antes mencionados, ni siquiera al feroz Delton, que una vez me mordió el trasero.

 Diré también que siempre somos dos las personas sorprendidas en cada fase en la que se encuentre el cuadro, pues él es el primer sorprendido de lo que la obra nos revela, lo cual es bastante cómodo pues ello nos permite opinar sobre el cuadro en tercera persona, total el autor parece no estar presente….

 Recuerdo un día hace muchos años que me dijo frente a un cuadro totalmente en blanco, que solo repasaba lo que veía que estaba en el cuadro, tenía dos opciones salir pitando o quedarme a ver que pasaba. Elegí la segunda opción. Cada vez que movía la mano se producía algo increíble, solo comparable a cuando ves en vivo a alguien haciendo magia, solo que en este caso sabía que no había truco.

 Su pintura es poderosa e hipnotizadora

 Pude comprobarlo tras ponerme en contacto con el concejal de cultura y el técnico de arte de Toledo y trasladarles que tenían que ver algo que pasaría a la historia….raudos me citaron al día siguiente.

 Una vez allí en una gran mesa, dos a un lado y uno al otro, solo me bastaron dos minutos, uno para presentarme y el otro para presentarles los cuadros. En cuanto los giré, Luis Pablo,  el técnico de arte,  descolgó un teléfono con la mano izquierda mientras seguía mirando y con la mano derecha abrió un cajón y sacó unas llaves.

 Todavía al teléfono y convencido de lo que estaba viendo dijo: os mando a Javier Moreno, dadle lo que necesite. Una vez finalizada la llamada  me dijo: toma las llaves de la iglesia San Vicente (Círculo del Arte) por si necesitas más tiempo y acabo diciendo – poned vosotros la fecha de la Exposición.